Jürgen Habermas |
Habermas
va a desarrollar en su obra Ciencia y
técnica como “ideología” una serie de ensayos en los que va a continuar, y
matizar, las teorías desarrolladas por los frankfurtianos, especialmente las
planteadas por H. Marcuse[1]
sobre el concepto de razón tecnológica e instrumentación de la realidad como
elementos contrarios a un desarrollo sano de nuestra humanitas. Lo que da como resultado a la, ya conocida, “muerte del
hombre”.
En
esta entrada analizaremos la postura contraria que mantiene Habermas con
respecto a los principios que Hegel establece como constitutivos de nuestra humanitas y que posibilitan la
transformación de la conciencia en espíritu universal. Estos son: la ética, el
lenguaje y el trabajo.
Se
centrará en el estudio de Hegel ya que este autor ha sido uno de los pensadores
que más han influido en el pensamiento de los autores fundamentales para el
S.XX. Como son Husserl, Marx o Heidegger. Pensadores que han desarrollados las
principales corrientes de pensamiento filosófico y político (la fenomenología,
el socialismo o el existencialismo) que han dado forma a nuestra mentalidad y
han servido de simiente para los actuales sistemas de pensamiento. Habermas pretende
hacernos ver que una de las claves de la actual crisis de pensamiento y valores
se encuentra en el haber seguido “a pies juntillas” el hegelianismo sin haber
sometido a grandes críticas el enorme y oscuro
edificio de pensamiento que construyó en el S.XIX. Posiblemente esto vino
causado porque los pensadores posteriores se centraron en analizar la lucha
entre la izquierda y la derecha hegeliana sin saber ver que el auténtico foco
de análisis era anterior a estas disputas; la concepción teleológica de la
historia.
Corte del programa de TV "Filosofía aquí y ahora" en el que el filósofo J.P. Feinman expone la concepción histórica de Hegel.
La cuestión hegeliana.
Para
tal análisis se centrará en la concepción teleológica que este tiene de la
historia. La cual, sigue un proceso dialéctico que expone en dos de sus obras; Lecciones
sobre la Filosofía de la Historia Universal y La Fenomenología del Espíritu. Será en esta concepción de la
historia basada en una falsa idea de progreso en la que Habermas localizará la
raíz del problema ya que nos muestra cómo, en opinión de Hegel, el espíritu absoluto[2]
(máximo desarrollo posible de la humanidad) se manifiesta en tres dimensiones
constitutivas del ser humano: la ética, el lenguaje y el trabajo. Para Habermas
será al contrario ya que entiende que estos tres elementos son los que constituyen
nuestra naturaleza.