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Imagen de la nave estelar USS-Enterprise NCC-1701 tomada de: http://cienciaficcioneneliesmassanassa.blogspot.com.es/ |
Esta y las siguientes entradas forman parte de un artículo publicado en el año 2012 por la revista Scifiworld que llevaba por nombre el mismo título. Debido a que tras su publicación mucha gente no pudo hacerse con la revista y, pasado más de un año de su publicación paso a publicarlo en este blog (revisado y ampliado en alguna de sus partes). En dicho artículo planteo una serie de cuestiones pertenecientes al ámbito filosófico como son: ¿Qué es el ser humanos? ¿Existe la libertad? ¿Qué tipo de relación mantenemos con la tecnología? A estas cuestiones tan fundamentales dentro del ámbito de la antropología filosófico intento darles respuestas, o bien un original marco de discusión y contextualización, a partir del género de la ciencia ficción y sus principales ámbitos de desarrollo y expresión como son la literatura, el cine y los videojuegos. Es evidente que a medida que se leen las entradas alos lectores le surgirán otros ejemplos, posiblemente más acertados de los aquí expuestos. Pido vuestra comprensión ya que al ser un género tan amplio es imposible de abarcar y, desde aquí, os pido que me déis vuestra opinión.
Muchas gracias
(Debido a mi desconocimiento respecto a derechos de autor si en algún momento vulnero los derechos de la revista Scifiworld pido que se pongan en contacto conmigo y borraré dichas entradas)
1.- Introducción.
El arte como producto humano.
De todas las
creaciones surgidas del intelecto humano el arte es la más asombrosa por varios
motivos: no persigue ninguna finalidad más allá del goce y disfrute, es la
expresión plástica del inconsciente colectivo de su presente histórico (expresa
la mentalidad de su época) y, además, depende por completo de dos modos propios
de la razón, los cuales, al ser exclusivos de nuestra especie, hacen del arte
algo genuinamente humano. Estos son: la abstracción y la imaginación. Dichas
cualidades implican, entre otras cosas, tener plena conciencia de nuestro ser,
del mundo y de nuestra relación con éste ya que esto es nuestra vida.
El que la temporalidad vertebre nuestra existencia es una verdad que sólo
entienden los humanos. Los animales no piensan en el futuro, su mundo es el
presente. Nosotros, en cambio, hacemos testamentos ya que somos capaces de
pensar, no sólo en la vida, sino en la muerte sabiendo que esta nos llegará a
todos. Esta cualidad de la razón fue la que, a grosso modo, suplió nuestra carencia de instintos y nos permitió
sobrevivir. Es decir, entender, por ejemplo, cuándo era la mejor época de
siembra o saber que en el futuro necesitaríamos la piel de los animales que
cazábamos para calentarnos nos permitió poder llegar a ser lo que hoy somos. Dicho
de otro modo: conocer el pasado y entender el presente es lo que nos permite prever
lo que puede ocurrir. En definitiva, esto no es más que abstraer e imaginar y de
ahí la importancia que tienen.
Dentro de las
representaciones artísticas, me atrevería a decir que en la historia de la
humanidad es la literatura la que más ha hecho uso de estas capacidades (el
cine es un invento de finales del S.XIX y la televisión lo es de mediados del
pasado S.XX).
De entre los
distintos géneros literarios que existen debemos destacar en un primer momento
el de ficción y en concreto el fantástico. Aquel que su mismo nombre ya nos
indica que fantasea con cosas –a priori-
imposibles, que sueña con seres de otros mundos y que imagina hechos increíbles
que escapan a nuestra comprensión.